Hace unos dos años, comenzaba una nueva travesía vinotinto, con la esperanza de lograr por primera vez en la historia, la tan anhelada clasificación a la fase final de una copa del mundo, en la categoría de mayores.
Luego de un memorable año 2011, primero con el inédito cuarto lugar en la Copa América, agregándole la victoria 1-0 ante Argentina en Puerto La Cruz, una camada de jugadores con el mejor nivel visto en la selección por eliminatorias, incluyendo los "repatriados" Amorebieta, Julio Álvarez, Frank y Rolt Feltscher, Dani Hernández y Andrés Túñez, todo hacía presagiar que el gran objetivo ahora si se obtendría.
Pero llegaba el 2012, el cual nos hacía de nuevo pisar tierra firme; una vez más el no sacar los puntos necesarios en casa y ante rivales directos, como Chile (derrota) y Ecuador (empate) complicarían las aspiraciones, en un año donde los únicos resultados favorables fueron de visitante, logrando igualar en Montevideo y vencer a Paraguay en Asunción.
Ya en este 2013, la derrotas por goleada en Buenos Aires y en Santiago, además del empate en La Paz, no resultaron ser tan dolorosos, si lo comparamos con el que a nuestro juicio fue el partido que nos saca del mundial: la derrota 0-1 ante Uruguay en Puerto Ordaz. Son encuentros donde simplemente hace falta el oficio y la sangre fría no sólo de los jugadores sino del cuerpo técnico para encarar y obtener el resultado, cosa que a los uruguayos (sobre todo a esta generación) les sobra.
Estos factores, además de otros elementos como arbitrajes dudosos en algunos avances del premundial, le impiden a Venezuela inscribir su nombre en Brasil 2014; en qué se sigue fallando? por qué no se termina de clasificar de una buena vez? son interrogantes que tienen varias respuestas, o quizás no las tiene.
Queda demostrado que no es suficiente contar con recursos y apoyo publicitario de grandes e importantes empresas; el objetivo se seguirá dificultando si no se mejora la base, tener la infraestructura adecuada, disminuir la dependencia de los "legionarios", se fortalece el torneo local, las divisiones menores, el mercadeo de los clubes de todas las divisiones, la continuidad que requieren las selecciones sub-15, sub-17 (mundialista) y sub-20, mantener a los juveniles un mayor tiempo en el país antes de que salgan al exterior, son factores que catapultarían a romper con el maleficio antimundial.
Seguir los ejemplos cercanos de Colombia, Chile y Ecuador pudiesen ser también buenas opciones; la terquedad y ambición de mantener el mismo cuerpo técnico, sin la posibilidad de refrescar parecen no dar los resultados deseados; los casos de Pekerman en Colombia y Sampaoli en Chile, parecen mostrar que por allí puede estar el sendero que nos permita romper con la malcriada historia y que no nos ha dejado cantar el himno en la máxima cita del orbe futbolístico.
Opiniones van y vienen, que Farías debe salir, que debe permanecer ya que es el único que puede continuar guiando a esta camada de nuevos jugadores, sobre todo en los próximos retos como la Copa América Chile 2015 y el Premundial Rusia 2018; la decisión de remover o no al actual seleccionador no es lo único a considerar, ya mencionamos todos los factores que se deben analizar y mejorar, pero de igual forma consideramos que los clclos tienen sus puntos altos, medios y bajos. Este pareciera tener su punto más bajo y con poca posibilidad de repuntar; el desgaste parece inminente, por lo que apostamos a nuevos aires en la dirección técnica.
Cuales son las opciones? otro tema a debatir; en el ámbito local, hay material interesante, nombres como los de Noel San Vicente, Eduardo Saragó, Carlos Maldonado y José "Chuy" Vera han demostrado ser los más capacitados para optar al timón nacional; sin embargo, en los pasillos de la FVF como que no se desea que se vincule a algún técnico local con rumores o alguno que otro "negocio federativo", por lo que la opción extranjera también cobraría mucha fuerza; Marcelo Bielsa fue muy nombrado y de una descartado, Hernán "Bolillo" Gómez en lo personal sería un buen nombre a considerar.. la clave, cambiar los esquemas y devolverle una identidad a la selección que una vez la tuvo.
Particularmente, son 7 los procesos eliminatorios sin poder ver lograr el objetivo; soy de los que piensa que al igual como se le pudo ganar a Brasil en 2008 y a Argentina en 2011, la meta mundialista se logrará algún día no tan lejano tachar de la lista de pendientes... Amén.
Suena el pitazo final... se acaba el partido... más no el sueño..!
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