Año tras año, los equipos venezolanos participan en las contiendas internacionales y digo “participan” porque es lo que significa y lo que hacen los clubes, ya que ninguno trasciende en la cancha, quedando eliminados la mayoría de las veces en primera ronda o fase de grupos.
Los clubes criollos saltan a la cancha en algunas ocasiones en su feudo, ven pasar la pelota de manera que son incapaces de responder, plantear un esquema que les permita dominar, ser el protagonista para asegurar los puntos o la victoria de una manera eficiente y efectiva.
En la Copa Sudamericana, las escuadras no pasan de la primera ronda, incluso, en el cotejo de ida quedan prácticamente eliminadas, quedando el compromiso de retorno como algo de rutina u obligación.
En la Copa Libertadores no han pasado de cuartos de final (bajo el último formato), desde aquel histórico Caracas FC (2009) de Noel “Chita” Sanvicente que clasificó a cuartos de final y cayó a manos del Gremio de Porto Alegre.
En el caso de la sudamericana, los elencos no están en ritmo de juego para afrontar la competición, ya que están aún en pretemporada, faltando una o dos semanas para que inicie el Torneo Apertura.
Si vamos a la Libertadores, sabemos que se clasifican con hasta un año de antigüedad, cuando se presentan en el torneo más importante a nivel de clubes de Sudamérica quizás han perdido ese momento de fogueo y vigor que tuvieron cuando se ganaron el boleto. Además suele pasar que los equipos se desarman cuando quedan campeones, para reforzar otras instituciones o estas venden a los jugadores claves. También es una normativa sin firma que los equipos no creen en ciclos, ni en contratos a largo plazo.
La FVF no ha hecho nada al respecto y solo se enfocan en la selección nacional, al parecer ocultan las carencias de la liga venezolana en el sueño de clasificar al Mundial, que no está del todo claro, no está nada fácil ir a Brasil 2014.
No obstante, Rafael Esquivel ha sido reelecto como presidente de la Federación Venezolana de Fútbol. A mi parecer, creo que debe salir del máximo cargo y darle paso a otra generación que evolucione y que cambie algunas pautas que se siguen.
Pero lo más indignante es que lo siguen aceptando y esto no cambiará, por lo menos no hasta que se sigan cometiendo estos errores que nos sitúen en el puesto número 10, en lo que a ligas sudamericanas se refiere.
Es hora de ir "descontando" distancias a pasos agigantados en el fútbol sudamericano a nivel de clubes, de ser respetados, de tener hambre de victoria, de competir, de tener una identidad e imágen afuera de suelo vinotinto.
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