Las unidades, cuentan igual desde siempre, pero si se
pudiera añadir un calificativo al punto que sacó Venezuela en Brasil, seria de diamante,
igualmente al golazo de Eduard Bello, quien sacó la capa de héroe y en una pirueta
silenció el Arena Pantanal, repleto de brasileros incrédulos por lo ocurrido.
Desde luego, el compromiso fue como lo imaginamos,
sufrido y con una selección atrás por el ímpetu rival, sin embargo, la valentía,
lo táctico y la convicción fueron fundamentales para los dirigidos por Fernando
Batista. Muy parecido a lo plasmado en Barranquilla, incluso con el gol que
hacen empezando el segundo tiempo, pero los vinotinto no decayeron en lo psicológico,
parámetro no menos importante en el futbolista criollo por los antecedentes históricos.
Los brasileros se vieron mermados ante el planteamiento,
no encontraron espacios, ni funcionaban circuitos, más por el empuje de la
fanaticada que por futbol llegaban a tres cuartos sin poder llevar peligro real.
Luego del gol en una excelente anticipación de Gabriel previo a un tiro de
esquina, la tónica no cambió. Esto lo leyó a la perfección Fernando Batista,
sustituyendo a los amonestados y refrescando el mediocampo, cambios que a la
postre significarían la mejoría paulatina en un contexto adverso.
Dos de los cambios, precisamente se combinaron para el gol, Jefferson Savarino envió un centro a Eduard bello, quien empalmó la esférica genialmente de chilena al arco local. De la jornada será destacado seguro, pero este tanto quedará grabado en la retina del venezolano por mucho tiempo, por el rival, por la situación, por la forma.
De esta manera, la selección empata por cuarta vez ante Brasil, segunda en condición de visitante y primera a gol. La siguiente presentación será en Maturín ante un rival directo como lo es el seleccionado chileno, recordando que la última visita por eliminatorias cayó ante Venezuela.
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