Venezuela
logró sacarse la presión de la victoria y logró su primer triunfo en el
sudamericano. También consiguió hacer más de un gol, tarea pendiente.
El partido
pintaba para otro 0-0, ninguna de las dos selecciones dominaba, ni mucho menos
propiciaba juego ofensivo, buscando pelotazos hacia los puntas. Llegaría una
jugada diferente antes que terminaran los primeros 45 minutos, Yeferson Soteldo
gambeteó, sacándose la marca, asistiendo a Yangel Herrera que desde afuera del
área le pegó con la pierna izquierda clavándola en el arco.
Segunda vez
en el torneo y Venezuela se encontraba en una situación favorable. La primera
vez, fracasó regalando la esférica al contrario, ahora todos nos preguntábamos si
los dirigidos por Rafael Dudamel serían capaces de mantener la ventaja, no metiéndose
atrás, significando eso regalar la oportunidad de juego al contrario, en esta
oportunidad no cualquier oponente, era el local. Lo lograron, marcando tres
goles en la segunda mitad, pero Soteldo, hombre de mayor referencia en el juego
criollo marcó la pauta, participando en dos asistencias e intercambiando un
penalti por una anotación.
Yangel
Herrera, capitán, acompañado por el volante del Zulia FC, Luis Ruíz, fueron artífices
de ese buen juego mostrado, no solo para destruir, si no para darle equilibrio
a la selección.
Partiendo
de la solvencia defensiva, el equipo engranó en su totalidad en 45 minutos, los
mejores del hexagonal, tanto que los ecuatorianos no fueron problema,
desdibujados, se sentía el apoyo de los venezolanos residenciados en Quito más
que los locales.
Cerca del
final, cuando todo era alegría, dos penales, rigurosos fueron sentenciados. Hay
que destacar que Wilker Faríñez ha recibido tres goles en el hexagonal, todos
desde el punto penal. Leía por ahí que ni porque se ganó podrían celebrar
tranquilos y es que ya es costumbre que los colegiados jueguen en contra del
seleccionado patrio. 4-2 culminó, no obstante hay que celebrar si es que el mejor
momento llega cuando hay que enfrentar a los grandes, Brasil, Uruguay y
Argentina; para llegar a ser mundialistas se debe tener temple, coraje y de eso
saben estos muchachos.
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